2008/11/08

Boletín de los Hospitaleros No.39

A propósito del
BOLETÍN INFORMATIVO. Nº 39. NOVIEMBRE 2008
Querida Ana:
Al leer el boletín que tan amablemente me has enviado, quiero responderte en la forma mas "Peregrina" posible:
Primero que todo saludarte, llenarme de recuerdos y, con el pecho henchido evocar esos momentos tan maravillosos que compartimos en el 2007.De seguro que de este peregrino cada vez son menos los recuerdos que se evoquen por esos lares, el tiempo y la distancia, maravillosos consuelos para los malos momentos, son peores amigos de los instantes felices, a menos que se disponga de una memoria de elefante, tecnificado y remozado con pendrives adicionales, y de una UPS infatigable.
Yo soy aquel, como cantaría el bolerista, que pasó por Logroño en Abril del 2007, aquel a quien enviaron Ustedes, de Hospitalero, a Ponferrada, aquel que terminando su asignación completó su recorrido. Soy aquel que en el año 2006 sufrió la picadura del espíritu del camino en GRAÑÓN y no se contentó con la caminata del 2006 sino que también la realizó en el 2007 y en el 2008. Pues bien, mis experiencias de tres caminatas se resumen en muy pocas palabras:
"El Camino lo hace Dios, lo disfrutan los peregrinos y lo aderezan los HOSPITALEROS."
Bienaventurado el Peregrino que topa con Hospitaleros que haciendo honor de su oficio le brindan apoyo, seguridad, amistad y consuelo. Hospitaleros que se dan por entero a sus días para con los demás. Hospitaleros sinceros que se despojan de sus harapos y mendrugos y los comparten con quienes llegan sin nada o en peores condiciones de las que ellos disfrutan.
No conozco aún todos los caminos, solo he caminado por el Francés y por el Primitivo. No conozco sino a los Hospitaleros que me han tocado en suerte. Y vaya que ha sido grande mi suerte. Desde mi primera noche en Roncesvalles cargando aquella monstruosa mochila que me obligó a llegar casi arrastrándome a Pamplona donde me encontré un buen samaritano que me llevó hasta una casita que resulto ser la Casa Paderborn. Para luego ponerme en manos del Correo Español enviando casi dos tercios de la carga a por Santiago, con los pies casi levitando para llegar casi cinco días después a la mesa de FELISA, (Higos, Agua y Amor) a escucharle su historia y recibir su cariño, entre Viana y Logroño, momento crucial en mi camino pues ya la Tendinitis estaba en mis extremidades. Ella, sin saberlo, dio el pistoletazo que hacía falta, el pellizco de la abuela para saltar al camino y no desmayar. La llegada a Nájera y ser testigo del padecimiento del amigo WILL, y de lo que puede hacer, o no, un Hospitalero. Al día siguiente, GRAÑÓN, una experiencia sin parangón, sin ser místico creo que ha sido uno de los momentos mas valiosos de mi vida... y si alguien puede ser el causante, voto por ERNESTO, el Hospitalero de Grañón que supo hacernos cantar, reír, cocinar, ser sociables, hermanarnos, disfrutar de una noche plena de fervor, difícil de narrar pero imborrable en nuestro corazón. Y el 11 de mayo del 2006 llegamos a Carrión de los Condes y allí, sin saberlo de antemano, hablé de mi profesor de frances, de mi amigo de toda la vida cuya casa en Mérida, Venezuela, lleva el nombre de Carrión, relatamos anecdotas y cuentos de camino para, a la final, caer en cuenta que hablamos de "...mi Tío Luis quien se fué a América hace muchos años y de vez en cuando viene y nos ayuda tocando el órgano en la novena de la Virgen..." pues la Hospitalera no era otra que Concha Arconada, sobrina carnal de mi Profesor.
PONFERRADA fue una gran experiencia, visto ahora, a la luz del tiempo y la distancia, el promedio de resultados es positivo. Tuve la oportunidad de conocer personas de valía. Mi admiracion por JOSEPH de quien recibí el testigo, caballero gentil, un Templario vivo en la total extención del término. El Sr JOSÉ, mecenas del Albergue, bondadoso Caballero que VINO, VIO y VENCIÓ; haciendo su camino junto a su Esposa tuvo la idea de construir un Albergue para ayudar a los Peregrinos, buscó como hacerlo, buscó a las personas que pensó le podrían ayudar, los contactos que serían necesarios y puso el dinero y el esfuerzo para que se construyera y dotara el Albergue. Afortunadamente no solo estuvo tras de Ponferrada sino que, y fui testigo, ha continuado apoyando otros albergues, sin pedir nada a cambio, sin esperar a que lo feliciten, sin esperar la vanidad. Miguel Angel, los hombros responsables del albergue, ser bondadoso, humano, empeñado en servir a los demás. Evaristo, el Templario nato, recio asturiano, lleno de la paciencia y la calma que le permiten torear a los vivillos que pululan por estos caminos, me brindó su amistad y lo agradezco. Es claro que mi memoria me falla y no quiero dejar a nadie por fuera, no sería justo. Así que, olvidemos por un momento los nombres de todos ellos, porque todos ellos, Hospitaleros o no, se comportaron como hijos de Dios y a todos deseo que el Creador les retribuya lo que me brindaron, centuplicado. Por esa actitud generalizada que observe en el 2006 fue que al año siguiente me inscribí en el curso y fui a Logroño y les conocí a Ustedes. Y me gustó lo que vi, lo que se me enseñó, el fondo de las cosas, más allá de la volubilidad del ser humano. La tercera vez, inicié en Bilbao buscando el Camino Primitivo, busqué los paramos solitarios, camino de los Hospitales, atravesé Asturias, fueron muchos días de soledad, muchos días de mirar hacia adentro.
No lo puedo negar, he disfrutado del Camino de Santiago, he disfrutado de su gente, he disfrutado del trato con los peregrinos. WALDIR, compañero de muchos días de camino la primera vez, me preguntaba que porqué lo hacíamos. Realmente no lo sabía ni lo se, pero cada día que pasa le voy encontrando más y más razones. PEDRO compañero del camino Primitivo a quien le deseo mucha suerte en Munich. A mis amigas Ramallo con quienes compartimos la gana por edificar un albergue a la vera del Camino. Nunca podré olvidar una risa que escuche en Castrojeríz, un lamento en el Cebreriro, unas lágrimas de dolor y gozo en la Plaza dos Obreiros. Y... la sensación de vacío al recibir la Compostela e interiorizar que ese camino... ya se había terminado.
Al recibir el boletín de los Hospitaleros la sangre llama... Como dice Paulo Coehlo "...como río que fluye..."
Querida Ana: Por favor, saluda de mi parte a todas las personas que tuvieron algo que ver con mi aprendizaje allá en Logroño, Ustedes están “Allende” los mares y desde este sitio de América se nos está haciendo cada vez más difícil volar hacia esa tierra llena de gracia.
Hago votos por tener la oportunidad de acercarme de nuevo hasta Ustedes y compartir algunos muy buenos momentos.
AHHHHH... y al NACHO me lo saludas... que si le llamé por su sobrenombre fue por acercarme...
jajaja. chao