2012/08/16

Colapsos previsibles

VenEconomía Opina, 16 de agosto de 2012
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El 12 de marzo de 2009, con la reforma de la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público, el Parlamento “rojo rojito” le dio al Ejecutivo Nacional (léase Hugo Chávez) la potestad sobre la “conservación, administración y aprovechamiento de carreteras, puertos y aeropuertos comerciales”de Venezuela.
Con ello, uno de los mayores logros de la era democrática como lo fue el proceso de descentralización impulsado en la década de los 80, recibió una estocada mortal.
Ahora, tras casi tres años y medio, el balance de esa “conservación, administración y aprovechamiento” por parte del Ejecutivo Nacional, aunado a la preferencia manifiesta por tecnologías y asesoramientos foráneos sobre profesionales venezolanos de comprobada trayectoria, no deja de ser más que deplorable.
Desde el Norte hasta el Sur y desde el Este al Oeste del territorio nacional no dejan de llegar reportes de los colapsos de todo tipo en la infraestructura vial. Autopistas, carreteras, puentes, túneles y viaductos, por falta de mantenimiento e inversiones en mejoras y ampliaciones sufren consuetudinariamente colapsos apenas sopla un viento fuerte o con la caída del primer aguacero.
Con la caída del viaducto Caracas-La Guaira en manos del Gobierno de Chávez, aún fresca en la memoria de los ciudadanos, vuelven en esta temporada de lluvias las noticias de puentes y vías derruidas.
Sólo por mencionar algunos de los más recientes, en Barinas colapsó el puente hacia Ciudad Tavacare construido hace solo siete meses por los “socios” chinos, presuntamente debido entre otras razones, a la falta de compactación del terreno donde se construyó y a la mala calidad del material de la estructura.
Hace un par de semanas en la citadina Cota Mil, a la altura de Maripérez, sentido oeste, se agravó un socavamiento que avanzaba desde hace varios meses sin que el Ejecutivo Nacional moviera un dedo.
Las precipitaciones, socavaron un canal de la avenida Intercomunal La Trinidad-El Hatillo, debido a una obra inconclusa de canalización, que causó el desbordamiento de la cañada La Boyera, amenazando con derrumbar parte del paso entre Baruta y El Hatillo.
Como si fuera poco, esta semana se cayó el puente de Cúpira, en la carretera nacional hacia Oriente, estado Miranda, al no aguantar el peso de una gandola, dejando a Caracas sin comunicación terrestre con una zona estratégica como es el eje económico, petrolero y turístico del Oriente del país.
Según denuncias del Director de Protección Civil del Estado Miranda, Víctor Lira, este es un derrumbe anunciado, ya que la Gobernación había presentado en febrero un informe de los puntos neurálgicos de las vías.
Como tantas otras veces los oídos sordos del Ejecutivo Nacional, dan prioridad a la segregación de los gobiernos regionales administrados por representantes de la unidad democrática, por encima de la seguridad de la población.