2013/09/13

8157.- Pitagoras

The Eternal Wisdom of Pythagoras


Pythagoras
Pythagoras’s wisdom is unbounded and eternal. Here we have collected a few yet very significant sayings of Pythagoras that everyone seeking wisdom should keep in mind.
A thought is an idea in transit.
Concern should drive us into action  and not into a depression.
Reason is immortal, all else mortal.
Observe justice in your actions and in your words.
Do not say a little in many words but a great deal in a few.
Do not talk a little on many subjects, but much on a few.
As long as man continues to be the ruthless destroyer of lower living beings he will never know health or peace. For as long as men massacre animals, they will kill each other.
No man is free who cannot control himself.
Friends are as companions on a journey, who ought to aid each other to persevere in the road to a happier life.
Anger begins in folly and ends in repentance.
Do nothing evil, neither in the presence of other, nor privately.
Choose rather to be strong of soul than strong of body.
Virtue is harmony.

8156.- El Chavo está jugando...


La Doña Florinda del continente.-

DANIEL LANSBERG RODRÍGUEZ | EL UNIVERSAL
viernes 13 de septiembre de 2013 12:00 AM
La comunidad médica nos dice que los delirios paranoides tienden a florecer dentro de condiciones psiquiátricas, como el narcisismo, baja autoestima y esquizofrenia –poca sorpresa causa, que nuestro régimen haya resultado ser un terreno tan fértil en donde cosecharla.  Venezuela fue, durante muchos años, conocida internacionalmente por sus amplias reservas de petróleo, exquisitas reinas de belleza, su talento para el beisbol y falta del mismo para el fútbol. Pero ahora, durante los últimos años, el país ha logrado convertirse también en el mayor fabricante –y exportador– de paranoia del hemisferio.

Al igual que la inolvidable Doña Florinda en el programa de "El Chavo", quien al solo escuchar a Kiko llorando,  juzgaba al desventurado Don Ramón como culpable –condenándolo seguramente a una sonora cachetada– nuestro gobierno culpa por instinto y no por tener evidencia. La diferencia en nuestro caso, es que la que llora es Venezuela, y que la bofetada permanece simbólica ya que los culpables fantasmales nunca logran aparecer.

En su libro, El Teniente De San Porfirio, el escritor Joel Hirst ingeniosamente articula una Venezuela distópica en un futuro próximo, donde la tendencia de la paranoia estatal ha alcanzado nuevas alturas, y donde los partidarios de la oposición se les acusa rutinariamente de canibalizar niños entre otros crímenes. Pero hablando en serio: ¿Qué tan lejos estamos de eso ahora? La buena fortuna (como, por ejemplo, altos precios de petróleo a nivel internacional) se celebra como un logro astuto de nuestro régimen, como si a ningún gobierno pre-chavista se le hubiera ocurrido desearlo. En tanto, cada nuevo colapso, muerte o desgracia en el carrusel de catástrofes que es la quinta República, se identifica inmediatamente como consecuencia de cábalas internacionales, provocadores de oposición, iguanas siniestras y tecnologías imperialistas tan avanzadas como para ser indistinguibles de hechizos mágicos.

Recientemente, tuvimos un anuncio de Rafael Ramírez donde explicaba una vez más, que fueron saboteadores de la oposición quienes causaron deliberadamente la fuga de gas en la refinería de Amuay del año pasado, que llevó a la explosión del 25 de agosto, que mató a más de 40 personas.  En realidad, uno tiene que admirar como el azar, la suerte, los "actos de Dios" o la ineptitud, parecen haber desaparecido totalmente de este país durante la última década y media. Esperemos que el abandono de éstos no haya afectado la economía local de Sorte.

Esta semana, al conmemorar el duodécimo aniversario de los ataques terroristas contra las Torres Gemelas y la de cuarenta años tras la caída de Allende en Chile mediante un golpe de Estado. No hace falta que nos recuerden, las tragedias reales que los seres humanos somos capaces de propiciar cuando se busca derrocar a un gobierno, o generar caos. La palabra sabotaje data del norte de Europa durante su revolución industrial, cuando trabajadores echaban sus "sabots" (zapatos de madera) en los engranajes de madera de la industria textil para romper los dientes de la misma, y arruinar la maquinaria. De esta manera, esperaban frenar la automatización antes de que la misma pudiera reemplazar a los trabajadores humanos por considerarlos obsoletos. Seguros en la rectitud de su camino, los propios trabajadores solían ser bastante abiertos sobre lo que hacían y sus razones para hacerlo. Esto claramente no es el caso en Venezuela. Lo que sí tenemos es una máquina de propaganda –¿sin dientes?– y un gobierno cada vez más imaginativo para encontrar nuevas maneras de ampliar los límites de la retórica acusatoria, que retaría la imaginación incluso del niño más creativo.

El gobierno quiere convencer a cada venezolano que el ser paranoico es igual a ser perceptivo, cuando se trata de política, pero que los innumerables peligros verdaderos de la calle –violencia, corrupción, infraestructura decaída–  tienden ser exagerados en la mente popular.

Cuando escucho este tipo de argumento, pienso en un reciente video de YouTube que ha ido viral, y que muestra Guardias Bolivarianos jugando a ser "malandros tuquis" mientras que disparan sus armas de fuego en todas direcciones. Hasta donde recuerdo, se suponía que estos "Pedro Pistoleros" supuestamente protegerían y generarían una patria segura...

Me estremezco al pensar a donde o en quien estas balas –disparadas en juego– pueden haber llegado. Tal vez en domicilios o en niños de edad escolar, o dentro de atletas como la pelotera china Cheuk Woon-Yee (quien fue herida por una bala perdida durante el Clásico de Beisbol Femenino de 2010). O bien a través de ventanas de algún vehículo o alguna otra infraestructura.

Esta sí es una amenaza no fundada en los delirios paranoicos e imaginativos de políticos ridículos, si no en tres leyes probadas del universo físico: la ley de la gravedad, la ley de la inercia y –la más importante– la ley de los números.

@Dlansberg

8155.- Escuela Rotaria

Los valores que debe tener la juventud

“Mis amigos rotarios me han puesto en la difícil, pero grata tarea, de decir unas palabras sobre los valores que deben acompañar a los jóvenes, para que el futuro les sea venturoso y puedan convertirse en hombres de bien, útiles a la sociedad en que viven. De más está decirles que me siento muy honrado de compartir este agradable auditorio formado por los mejores compañeros de las escuelas y colegios de la ciudad.
Les diré de entrada que, en la vida, dos aspectos son muy importantes para los jóvenes:
- una excelente formación profesional
- una buena conducta
La formación profesional es sustancial, porque el mundo actual es un mundo científico. La ciencia y la tecnología, se han introducido en todos los resquicios de la vida. Tener conocimientos e información es hoy un imperativo categórico. El conocimiento es un instrumento primordial, que les permitirá desempeñarse con solvencia en el trabajo, les otorgará amplias posibilidades y les concederá autoridad. La inopia, la carencia de conocimiento, hoy en día, es sinónimo de exclusión.
El otro aspecto importante es el comportamiento, la conducta que muestren en la vida y en la profesión. La conducta revela a las personas. Los antiguos griegos le otorgaban mucha importancia al comportamiento y sostenían —hace ya mas de dos mil años— que no solo se debía instruir en materias prácticas, sino también en normas de buena conducta.
Esta noción sigue siendo válida y para esta instrucción el hogar es la piedra fundamental. Luego viene el aula. Por lo tanto, los jóvenes tienen el compromiso de escuchar a padres y maestros cuando hablan de primordiales normas, principios y valores, que les permitirán desempeñarse con dignidad y decoro en cualquier lugar que el destino los ubique. La observación de los buenos ejemplos también es invalorable, porque enseñan más que mil palabras. Los buenos ejemplos se pueden encontrar en la familia, en la sociedad, en las vidas paradigmáticas y muchas veces hasta en la gente más humilde.
Pues bien, ¿cuales son esos valores que los jóvenes deben conocer y asumir?
Son múltiples. Pero ahora solo quiero mencionar algunos muy importantes. Sin ellos la comunidad se degrada y retrocede. No tengan la menor duda, la vida que es impiadosa, se encargará luego, de recompensar a los sensatos, que respetan los valores y de marginar a los insensatos, que los ignoran.
I.- Indiscutiblemente, el primer valor o norma de una conducta íntegra es la honestidad. La honestidad implica mesura, modestia, recato y sobriedad. La honestidad es ser fiel a la verdad y actuar siempre de buena fe. La honestidad expresa respeto por los demás y por uno mismo. Tiñe a las relaciones humanas de confianza y claridad. Toda actividad social o institucional decae o degenera cuando este valor está ausente o se introduce la impudicia.
II.- El segundo valor importante que deseo mencionar es la responsabilidad. Hace más de cuatro mil años, en la Mesopotamia, se descubrió la responsabilidad cuando pensaron que las malas acciones de los hombres eran castigadas por los dioses enviando los males. Se concluyó que el hombre es el culpable de sus males y debía, por lo tanto, asumir su responsabilidad por las consecuencias de sus actos. Incorporar el concepto constituyó un signo de madurez.
En la Biblia Adán muestra inmadurez al culpar a Eva por comer el fruto prohibido del Edén y Eva también muestra inmadurez al culpar a la serpiente. Caín, pretendiendo eludir su responsabilidad cuando se le preguntó por la suerte de Abel, respondió en forma sibilina: “Soy acaso el guardián de mi hermano”.
Los griegos decían que por más que lo intentemos no podemos eludir nuestra responsabilidad por las decisiones que tomamos. Y actualmente, en los países desarrollados, se mira a las personas irresponsables como desconsideradas y hasta peligrosas y no se aceptan excusas cuando las cosas salen mal.
Un ejemplo histórico de responsabilidad lo dio Sócrates. Encarcelado y condenado a muerte injustamente, se niega a escapar como le aconsejaba su amigo Critón, No quiere infringir la ley ateniense. Su argumentación es una invalorable lección sobre la responsabilidad y el respeto a los principios y las normas. Sócrates fue condenado a muerte, pero sus arteros acusadores fueron condenados por la posteridad a algo infinitamente peor. Fueron condenados a la ignominia.
III.- La valentía es otro valor importante que los jóvenes deben incorporar. Nos referimos a la valentía que sirve, no para agredir, sino para resistir las adversidades y sinsabores que nos puede deparar el destino. La noble valentía, que nos da fuerza para luchar y no dejarse vencer por los obstáculos.
También, el tipo de valentía que tuvieron Gandhi y Luther King, cuando encabezaban actos de protestas no violentas, para luchar contra la injusticia y la humillación que observaban en sus pueblos. Enseñaba Aristóteles que, al afrontar cosas terribles y resistir contra ellas, nos volvemos valientes y que el aumento de las dificultades acrecienta nuestra valentía y fortalece nuestra capacidad de resistencia.
IV.- Otro valor cardinal es la perseverancia. En casi todos los aspectos de la vida la perseverancia es fundamental para el éxito. Muchas cosas buenas que se pueden hacer, se pierden por titubeos, dudas y falta de determinación. Muchos obstáculos, que no se pueden superar de entrada, se superan cuando se persiste en el esfuerzo. Los jóvenes deben aprender a ser perseverantes.Es una virtud que debemos apreciar en alto grado. Tiene un valor enorme. Es una fuerza potente, en la experiencia humana.
Antes de Cristo, un general romano les decía a sus soldados que en la batalla la perseverancia es irresistible.
En el contexto adecuado y unida a la inteligencia, la perseverancia es un ingrediente esencial para el progreso individual. Los jóvenes deben saber que la perseverancia siempre rinde sus frutos. Cualquier dificultad se vence con perseverancia, que es claramente esfuerzo y constancia.
V.- La compasión, la bondad y la solidaridad. Cuando forman parte del carácter engalanan y ennoblecen la vida. No son virtudes de los timoratos, sino de los fuertes. El que las practica no debe esperar recompensa. La esencia que nutre estas virtudes es sentir la angustia ajena, es sentir piedad por el dolor ajeno.
Quiero recordarles un simple acto de compasión, que tuvo trascendencia histórica. Ese acto fue la decisión misericordiosa de la hija del faraón, de rescatar a un indefenso niño, que flotaba en una cesta en las aguas del Nilo. Ese simple acto de piedad salvó a Moisés, el adelantado que nos reveló, mas tarde, los diez mandamientos.
Se dice, que la compasión, infunde sentido a nuestra vida y que ningún acto de caridad es en vano y también, se apunta, que nos acercamos a Dios cuando la practicamos.
VI.- Un notable valor es la lealtad. Es una virtud eminente porque indica nobleza, constancia y tesón. Ser leal significa tener un nivel alto de apego a ideales, instituciones o personas con las que decidimos identificarnos. La lealtad resiste a los contratiempos y a las tentaciones. La persona leal inspira confianza y la confianza es muy valiosa. La lealtad es como el coraje; se manifiesta con mayor claridad cuando aparecen las dificultades. La lealtad es siempre gratificante. Especialmente la lealtad a los principios.
VII.- He dejado para el final,la amistad y el compañerismo. Son, sin duda, valores excelsos. Y los hemos mencionado al final, porque es fácil tener muchos amigos cuando se cuenta con todos los valores anteriores. La amistad y el compañerismo suelen surgir de afinidades espirituales, de metas e intereses comunes y de propósitos similares, que generan confianza y afecto. La amistad se fortalece por las vivencias compartidas, pero tiene sus exigencias: franqueza, lealtad, solidaridad y apertura.
Siempre encontraremos amistad si estamos dispuestos a dar afecto y solidaridad.
Se dice y con razón, que los buenos amigos elevan y los malos disminuyen. Es necesario saber que tener un buen amigo es tener un aliado incondicional, en las buenas y en las malas.
Quiero finalizar con un concepto del poeta inglés, Walter Foss. Él nos recuerda que estamos aquí para asistir a los demás en su viaje por la vida, y los amigos ayudan a transitar, con alegría y concordia, este veloz, esperanzado y misterioso viaje.


Muchas gracias.”
Dr. Aldo Yunes
Socio Honorario del RC de Santiago del Estero