2013/09/30

8176.- El Camión de la Carne

¿Hasta dónde hundirán al venezolano?
En estos años de revolución, no solo se ha deteriorado la economía, la calidad de vida y las libertades ciudadanas del venezolano, sino que también los valores del ciudadano, lo que ha traído como consecuencia la degradación de la tolerancia y el respeto entre los ciudadanos, incluyendo el respeto a la vida.
Esta degradación ya no se circunscribe sólo a la acción de la delincuencia (bien sea la organizada o el hampa común), que hace que Venezuela tenga el indignante récord de encabezar los listados de los países más violentos con uno de los mayores índices de homicidios del mundo. Para este 2013 el promedio diario de homicidios ronda los 71 casos, estimándose que el año termine con unos 25.000 homicidios, según el director del Observatorio Venezolano de la Violencia, sociólogo Roberto Briceño León.
La violencia homicida incluso penetró al sector sindical, donde los enfrentamientos entre diversos bandos ha cobrado la vida de decenas de trabajadores. Esto sin contar con la extrema violencia que diariamente se registra en las cárceles del país, donde las armas de alto calibre entran a los recintos penitenciarios con la complicidad o permisividad de las autoridades y los cuerpos de seguridad.
El drama nacional es que esta situación viene siendo asimilada por la población y las autoridades como algo dentro de la cotidianidad.
Mayor drama aún es que esta violenta irracionalidad pareciera que está pasando a otro nuevo nivel, esta vez provocada por la mezcla de crisis alimentaria y complacencia de una justicia donde impera la ley de la selva.
Por ejemplo, la prensa nacional viene reportando casos de enfrentamientos entre consumidores por un paquete de harina de maíz, un frasco de aceite, una lata de leche, o rollos de papel higiénico. El colmo de ello llegó este fin de semana cuando la agresión entre dos hermanas provocó que una de ellas que estaba embarazada perdiera su bebe de seis meses de gestación por los golpes recibidos.
Otro dramático caso de esta insólita Venezuela, fue el que protagonizaron 300 violentos motorizados durante el saqueo de una gandola que traía de Colombia 23 toneladas de carne, luego de que ésta chocara y quedara atascada en la estructura metálica colocada para proteger el puente ubicado en la Autopista Francisco Fajardo, en Caracas.
Si bien tampoco es nuevo que gandolas y camiones cargados de alimentos o bienes sean asaltados y saqueados por pobladas en minutos cuando se llegan a accidentar a cualquier hora del día o la noche, sí causó estupor a policías, guardias nacionales y a transeúntes ver cómo un grupo de estos motorizados asaltaban como una jauría a esa gandola para llevarse la carga de carne, mientras que con el peso de sus cuerpos terminaron por aplastar al conductor herido, hasta acabar con su vida. ¡Esto no tiene otro nombre que barbarie!
¿Será que éste es el “hombre nuevo” que quiere crear el chavismo, con su revolución? Sin valores, educación y mendigando todo lo que necesita a un gobierno omnipotente.
La voz de la sensatez obliga a hacer un llamado para retornar a la civilidad, de lo contrario el país y sus habitantes se hundirán en una desbandada sin posibilidad de contención.

Veneconomia Hoy, 30set13

8175.- La Diva, con todo respeto y admiración.-

Díganme si esta nota no es un acto de puritito amor... Tal como lo encontré en facebook...
Ciudad de México, 3 de julio de 1951

La salva de aplausos fue apoteósica. Acababa el segundo acto de Aida, el pecho de María se elevaba imponente como el mi bemol que acababa de sacar de su garganta. Nunca un agudo alcanzaría tanta perfección ni rotundidad. Aquella nota acababa de entrar en la historia de la opera. Cayó el telón, la respiración aún la tenía agitada. Los compañeros la felicitaban, se sentía como lo que era, una diva, una prima donna, la mejor, la más grande.
Años después, en su apartamento de París, con la voz gastada, con el corazón partido en mil partituras, sintió una punzada en el costado. Cayó, se desvaneció, como un telón macilento y deshilachado. La llevaron a la cama, llamaron a un médico. Pronto llegaría. Ella sabía que las últimas notas del aria estaban sonando. Nadie las oía, sólo ella. Era una aria mortuoria, réquiem del último aliento.
Se irguió en la cama. Una diva no debía exhalar el último suspiro postrada, o quizá sí. Se miró fugaz en el espejo. Vio el reflejo de Violeta, de Medea, de Lucía de Lamermoor. Era todas las voces que cantó, todos los rostros que asumió. 
Aquella noche en México, el mi bemol más hermoso. Aún oía los aplausos, aún sentía el éxtasis del triunfo, el poder de su voz, de su técnica, de su pecho. El médico no llegaría a tiempo, lo sabía. Se acomodó lo mejor que pudo en la cama. Su último acto, su última nota, su última caída de telón. ¿Cómo querría Visconti que acomodara los brazos y la cabeza? “Él sí que sabía cómo hacer que mi cuerpo engrandeciera mi dramatismo. Tengo frío.”

JUAN APONTE

Para los melómanos, os dejo el enlace que ha inspirado este micro. El agudo al que me refiero se produce a partir del 1:48:00, un poco después. Es fácilmente reconocible. Que lo disfrutéis.

http://www.youtube.com/watch?v=tLn2WQ113oY

8174.- El hundimiento del nuevo TITANIC.-

Por qué hundirán el barco

ANGEL GARCÍA BANCHS |  EL UNIVERSAL
lunes 30 de septiembre de 2013  12:00 AM
Los comunistas y mafiosos no cederán. 29 millones de personas, y los pragmáticos del gobierno nacional, reclaman un cambio de modelo y de políticas públicas para acabar con la gravísima escasez, la alta inflación, y el estancamiento económico que vive el país (lo que en otras oportunidades he denominado la escastanflación); pero, sencillamente, no, los comunistas y mafiosos no darán su brazo a torcer, no legalizarán el dólar negro, ni levantarán los controles de precios y cambio. Ya decidieron: prefieren hundir el barco; abajo explico por qué esa resulta ser su mejor estrategia.

Empiezo por lo fácil. A los mafiosos les interesa que hasta el último día existan los controles de precio y cambio. Si, por ejemplo, hoy falta el papel toilett, sólo ellos, los privilegiados por el acceso a dólares Cadivi (6,30Bs/$), pueden importarlo y venderlo, eso sí, a 6-7 veces su valor, enriqueciéndose a costa de los 29 millones de ciudadanos. Lógico, ellos esperan saltar instantes antes de que el barco se hunda.

Mientras que los comunistas no quieren ceder, ni cederán jamás su posición ideológica. Ellos quieren deshumanizarnos; ven la escasez con simpatía; no nos desean en la política, y quieren que cedamos nuestros principios y valores, y renunciemos a las instituciones. Ellos quieren reducirnos a lo animal. Simplemente, ellos desean nuestro control político. Nos quieren arrodillados por la comida. Ellos no cambiarán de postura, hundirán el barco, si es necesario, antes de flexibilizar o cambiar su política. Es que de hecho, si lo hiciesen, serían inmediatamente excluidos de los ministerios y perderían su poder político.

Así pues, hoy día 29 millones de personas y un grupo pragmático en el poder político, nos enfrentamos a mafiosos y comunistas (estos últimos bajo las directrices de Cuba). Esto ya no es sostenible. Cuando Chávez, él monopolizaba el cuchillo que picaba la torta, la cual con base en su auctoritas entre los factores de poder del chavismo, él mismo repartía. Hoy la torta es más pequeña, todo el mundo tiene cuchillo en mano, y a diario se afilan.

La implosión del chavismo y la transición no es más que un proceso racional que lleva al país a un nuevo equilibrio, uno en el que tengamos República, instituciones incluyentes, y en el que verdaderamente gobierne la mayoría. Hasta entonces, ellos llevarán a que el barco se hunda.

@garciabanchs

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