2014/02/07

8269.- Los zapatos...

Nicolás, ¿quién se pone en mis zapatos?

JOSÉ MAYORA | EL UNIVERSAL viernes 7 de febrero de 2014 12:00 AM

En un reciente encuentro de Nicolás Maduro con sus correligionarios, su reiterada solicitud de lealtad y unidad, era una manera de enfrentar los supuestos movimientos de traidores de la revolución. No me cabe duda que el afectado confunde traición con la siempre irritante crítica, al punto que le solicitó a su audiencia que se pusiera en sus zapatos. A decir verdad, no entendí muy bien lo que quiso decir NM pues si bien la frase es coloquial, en boca del bisoño mandatario cobra un sentido muy particular.

Si después de gobernar por espacio de 15 años, los miembros del PSUV no son capaces de ponerse en el lugar del líder, el país está muy mal, pero la revolución bolivariana está peor aún.

Pedir a terceros lo que no se está dispuesto a conceder, hace más difícil cualquier esfuerzo empático. Aunque no milito en el PSUV, voy a tratar de hacer lo que no resulta nada fácil, colocarse en los zapatos de NM, pensando que semejante humanidad debe calzar, al menos, dos cifras altas.

Si bien NM no ocupa la primera magistratura por voluntad propia sino por imposición, tal origen no lo exime de responsabilidad en el actual estado de cosas, razón por la cual no entendemos su preocupación.

Me cuesta creer que el exhorto sea por problemas económicos pues si alguien ha recibido plata es la revolución bolivariana. Mucho menos que se trate de escasez de recursos humanos pues cuenta con treinta ministros y más de 80 viceministros para atender las finalidades públicas.

Tampoco creo que el problema sea ausencia de control institucional pues todos los poderes públicos están en manos del oficialismo. Por su parte, la ciudadanía dejó de ser un asunto migrañoso pues, el Gobierno le ha venido restringiendo la información.

Si de liderazgo se trata, la revolución bolivariana cuenta con un líder eterno. Entonces Nicolás, ¿de qué se trata? Estoy persuadido que tu problema es que tú no te has puesto en los zapatos de los venezolanos, de los compatriotas sin patria, algo paradójico, pero muy real.

Nicolás los zapatos que tú no te quieres calzar deben disponer de, al menos, un día entero para dedicarlo al turismo doméstico, zanqueando cuanta bodega, abasto, automercado o hipermercado se les atraviese en el camino, para ver si encuentran lo que andan buscando.

Los zapatos que no te has calzado, cada vez salen menos, pues las calles no están aptas para la circulación de los ciudadanos de bien, ya que la inseguridad se apropió de los espacios públicos.

Estás renuente a ponerte los zapatos de la economía para no encontrarte con la inflación o con el bolívar mutado en locha. Te niegas a calzarte los zapatos de las minorías democráticas, las que, por cierto, están muy cerca de convertirse en mayoría, lo cual te preocupa.

Nicolás ¿no será que los zapatos que no te quieres calzar están muy claros en lo que está pasando y que ya no hay manera de ocultar el contundente fracaso de la revolución bolivariana?

Nicolás, ¿tú no crees que tu gran problema es que aún no te has puesto los zapatos de un gobernante y solo te has dedicado a mantener el poder?

Nicolás, no te vayas a molestar conmigo, pero tu problema es que te encuentras entrampado entre las voracidades sin límite de un partido fraccionado y el rotundo fracaso del Poder Ejecutivo y ninguna de las dos cosas las puedes manejar.

Nicolás, mientras sigas calzando los zapatos de Manacho, Venezuela va camino de convertirse en una potencia de desastres.

8268.- Gabriela Montero!!!

Pianista venezolana Gabriela Montero le respondió a chavista en pleno concierto en Brasil

                          
Pianista venezolana Gabriela Montero

La pianista venezolana Gabriela Montero vivió un momento desconcertante mientras realizaba un concierto en Brasil: un hombre mayor, aparentemente ligado al chavismo, levantó la voz en pleno discurso y la calificó de “mentirosa” tras haber hablado al público sobre la situación que vive Venezuela.

A través de Facebook, la pianista venezolana compartió lo sucedido en el estreno de su obra Expatria en Brasil:

Anoche, toqué ExPatria y el Concierto No.5 de Beethoven con el maravilloso director Osvaldo Ferreira y la Orquestra Sinfonica do Parana. Como no habían insertado el texto sobre mi obra en el programa, tuve que hablar y explicársela al público. Les expliqué cómo Venezuela está tomada por la violencia y la corrupción. Les expliqué que mi dolor está claramente ilustrado en ExPatria y que describe el llanto y frustración de millones de venezolanos que no tienen la posibilidad de hablar públicamente como yo puedo hacerlo. Les expliqué que muchos sentimos que hemos perdido nuestro país. También expliqué que no me interesa la política, pero sí me interesan los seres humanos y el sufrimiento que trae la política corrupta, deshonesta y que sirve a los interés de aquellos que se están enriqueciendo. Me importan los efectos que tienen sobre la sociedad de mi país. En ese momento, un hombre mayor, empezó a gritar,” Mentirosa! Eres una mentirosa! Son todas mentiras!”. Él estaba muy agitado y el público, sorprendido y desagradado con su ataque hacia mí, empezó a defenderme y pedirle que se callara. Insistió, llamándome mentirosa, y mi respuesta fue decirle que era mi derecho y mi deber hablar sobre los eventos que nos afectan y brillar luz sobre las verdades que están siendo ignorados por el mundo. Le dije que Rachmaninov y Chopin escribieron sobre su anhelo de regresar a su patria. Sobre todo lo que habían perdido. También debí haber mencionado a Prokofiev y Shostakovich. El volumen de la conmoción aumentaba, y alguien le gritó al señor lo que una vez el Rey Juan Carlos de España le dijo a Chávez, “¿Por qué no te callas?”. Me senté en la banqueta para comenzar ExPatria. El hombre continuaba ofendiéndome, y en ese momento me paré y con voz muy firme grité: “Yo soy venezolana y sé exactamente lo que estoy diciendo y por qué lo estoy diciendo”. Me senté nuevamente al piano, mi corazón latiendo fuertemente, y el público se levantó, aplaudiendo. La orquesta golpeaba el piso del escenario creando una ola de sonido- de apoyo, y todo el mundo en la sala seguía de pie- aplaudiendo y apoyándome. Apoyando lo que estaba apunto de hacer y de expresar a través de la música. Apoyando el hecho de que entienden lo doloroso que es que exista una obra como ExPatria porque no debería de existir. Deberíamos celebrar el amor, el respecto y la libertad entre todos. Gracias a todos los que estuvieron presentes. Gracias a todos los que hablaron conmigo después del concierto y entendieron cada mensaje en mi obra y mi ejecución. Gracias a la gran humanidad de la orquesta y la demostración de afecto y solidaridad. Gracias a Osvaldo por estar ahí conmigo. Y gracias al hombre que me insultó, por demostrarnos una vez mas lo peligrosa que es la ignorancia y como siempre debemos luchar por aquellos que no pueden, y nunca darles la espalda a aquellos que lo necesitan. Que no se sientan olvidados. Anoche, los aplausos fueron para los venezolanos que se sienten representados por ExPatria. Gracias.

Con información de El Diario de Caracas